miércoles, noviembre 09, 2005

Rusia siglo XIX... ¿o España siglo XXI?

"No creo en nuestra intelligentsia, que es hipócrita, falsa, histérica, maleducada, ociosa; no la creo ni siquiera cuando sufre y se lamenta, ya que sus perseguidores proceden de sus propias entrañas. Creo en los individuos, en unas pocas personas esparcidas por todos los rincones de Rusia -sean intelectuales o campesinos-; en ellos está la fuerza, aunque sean pocos. Ningún profeta es honrado en su tierra; los individuos de los que hablo constituyen una parte pequeña de la sociedad, no dominan, pero se ve su labor: de un modo u otro la ciencia progresa cada vez más, la conciencia social aumenta, los problemas morales empiezan a cobrar un carácter apremiante, etcétera, etcétera; y todo eso sucede a pesar de los fiscales, los ingenieros, los preceptores; a pesar de la intelligentsia en masse, a pesar de todo".

"No seamos charlatanes y digamos con franqueza que en este mundo no se entiende nada. Sólo los imbéciles y los charlatanes creen comprenderlo todo".

"Se me reprocha que sólo escriba sobre acontecimientos mediocres, que no presente héroes positivos.

Llevamos una vida provinciana, las calles de nuestras ciudades ni siquiera están pavimentadas, nuestras aldeas son pobres, nuestro pueblo está extenuado. Todos, mientras somos jóvenes, gorjeamos como gorriones sobre un montón de estiercol; a los cuarenta años ya somos viejos y empezamos a pensar en la muerte. ¿Qué clase de héroes somos?

Sólo quiero decir a la gente con toda honradez: mirad qué aburrida y deslustrada es vuestra vida. Lo importante es que las personas lo entiendan; si lo entienden, seguramente inventarán una vida diferente y mejor. El hombre se volverá mejor cuando le hayamos mostrado cómo es".




Extractos de cartas de Anton Chejov.



¡Salud!

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