Poema de Arseni Tarkovsky en "Zerkalo"
Recibo, a través de una lista de correo dedicada a Andrei Tarkovsky la transcripción en español de uno de los poemas de su padre, Arseni Tarkovsky, que aparecen en la película El espejo, y no me resisto a compartirla:
PRIMER POEMA DE "ZERKALO"
De nuestros encuentros,
cada instante era fiesta
con el dios distante.
Solos en todo el mundo.
Eras más valiente y liviana
que el ala de un ave.
Por la escalera, como un
mareo acosante,
corrías y me llevabas - suave -
dentro de la húmeda lila
a tus dominios insondables
por la otra parte del espejo.
Y al llegar la noche
me fue regalada la piedad,
se abrió la puerta del altar
y brilló,
brilló en la oscuridad
la desnudez en su lento declinar.
Y al despertar: "¡Bendita seas!"
dije y supe que era audaz mi bendición:
dormías tú,
y se extendía la lila para tocar
tus párpados con el azul del Universo.
Y los párpados que el azul tocó
quietos eran, y la mano, tibia.
Y pulsaban los ríos en el cristal,
humeaban los cerros,
brillaba el mar.
Una esfera de cristal
tenías en tu mano.
Dormías en un trono elevado.
Y ¡Dios sagrado!
Mía eras, mía, mi beldad.
Despertaste y transformaste
el léxico de la humanidad.
Y al habla,
de fuerza sonora colmaste
y la palabra "tú" mostró
- oh, arte -
su nueva esencia y significó: "zar".
odo cambió en el mundo,
Hasta las cosas sencillas,
palangana, bocal,
cuando detenida entre nosotros
estaba
el agua dura y laminada.
Algo nos llevó al más allá,
y, cual espejismo, se distanciaba
- construida por milagro -
la ciudad.
A nuestros pies la menta
se acostaba
y las aves seguían
nuestra ruta larga
y los peces en contra
iban de las aguas
y se abrió el cielo ante nosotros
cuando el destino nos siguió celoso
cual un loco que lleva una navaja.
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¡Salud!
PRIMER POEMA DE "ZERKALO"
De nuestros encuentros,
cada instante era fiesta
con el dios distante.
Solos en todo el mundo.
Eras más valiente y liviana
que el ala de un ave.
Por la escalera, como un
mareo acosante,
corrías y me llevabas - suave -
dentro de la húmeda lila
a tus dominios insondables
por la otra parte del espejo.
Y al llegar la noche
me fue regalada la piedad,
se abrió la puerta del altar
y brilló,
brilló en la oscuridad
la desnudez en su lento declinar.
Y al despertar: "¡Bendita seas!"
dije y supe que era audaz mi bendición:
dormías tú,
y se extendía la lila para tocar
tus párpados con el azul del Universo.
Y los párpados que el azul tocó
quietos eran, y la mano, tibia.
Y pulsaban los ríos en el cristal,
humeaban los cerros,
brillaba el mar.
Una esfera de cristal
tenías en tu mano.
Dormías en un trono elevado.
Y ¡Dios sagrado!
Mía eras, mía, mi beldad.
Despertaste y transformaste
el léxico de la humanidad.
Y al habla,
de fuerza sonora colmaste
y la palabra "tú" mostró
- oh, arte -
su nueva esencia y significó: "zar".
odo cambió en el mundo,
Hasta las cosas sencillas,
palangana, bocal,
cuando detenida entre nosotros
estaba
el agua dura y laminada.
Algo nos llevó al más allá,
y, cual espejismo, se distanciaba
- construida por milagro -
la ciudad.
A nuestros pies la menta
se acostaba
y las aves seguían
nuestra ruta larga
y los peces en contra
iban de las aguas
y se abrió el cielo ante nosotros
cuando el destino nos siguió celoso
cual un loco que lleva una navaja.
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¡Salud!
Etiquetas: cine, libros libres, poesía
1 Comments:
Muchas gracias por compartir. Es un poema muy bello, profundo, íntimo, lleno de completud y espiritualidad.
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