Instantáneas de Innsbruck

La siguiente etapa del viaje nos llevó hasta Innsbruck, donde hicimos noche antes de continuar hasta nuestro último destino, que era Zurich. Desde Padua nos dirigimos a Bolzano, y de allí tomamos la carretera que corre paralela a la autopista, siguiendo la recomendación de nuestra guía. En esta parte del país, el paisaje cambia subitamente y ya no es posible saber si seguimos en Italia o si habíamos cruzado la frontera con Austria o Suiza inadvertidamente.

En Innsbruck nos detuvimos apenas una tarde. El centro histórico es muy acogedor y si bien en verano no está tan lleno de turistas como durante la temporada de esquí, hay en él mucha animación. Coincidimos además con un certamen de música y baile folclóricos y tuvimos una noche magnífica, que dedicamos a callejear, cenar y beber cerveza. Sentimos algo de pena por tener que irnos pronto al hotel, pero el día siguiente iba a ser muy largo y cansado y a esas alturas de nuestro viaje era mejor ser prudentes.


Tienda de relojero.

¡Salud!