lunes, mayo 28, 2007

100 novelas contemporáneas en lengua española

1.- El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez, Colombia, 1985.
2.- La fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa, Perú, 2000.
3.- Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño, Chile, 1998.
4.- 2666, de Roberto Bolaño, Chile, 2004.
5.- Noticias del imperio, de Fernando del Paso, México, 1987.
6.- Corazón tan blanco, de Javier Marías, España, 1992.
7.- Bartleby y Compañía, de Enrique Vila-Matas, España, 2000.
8.- Santa Evita, de Tomás Eloy Martínez, Argentina, 1995.
9.- Mañana en la batalla piensa en mí, de Javier Marías, España, 1994.
10.- El desbarrancadero, de Fernando Vallejo, Colombia, 2001.
11.- La virgen de los sicarios, de Fernando Vallejo, Colombia, 1994.
12.- El entenado, de Juan José Saer, Argentina, 1983.
13.- Soldados de Salamina, de Javier Cercas, España, 2001.
14.- Estrella distante, de Roberto Bolaño, Chile, 1996.
15.- Paisaje después de la batalla, de Juan Goytisolo, España, 1982.
16.- La ciudad de los prodigios, de Eduardo Mendoza, España, 1986.
17.- El jinete polaco, de Antonio Muñoz Molina, España, 1991.
18.- El testigo, de Juan Villoro, México, 2004.
19.- Salón de belleza, de Mario Bellatin, México, 2000.
20.- Cuando ya no importe, de Juan Carlos Onetti, Uruguay, 1993.
21.- La tejedora de coronas, de Germán Espinosa, Colombia, 1982.
22.- El paraíso en la otra esquina, de Mario Vargas Llosa, Perú, 2003.
23.- Cae la noche tropical, de Manuel Puig, Argentina, 1988.
24.- Doctor Pasavento, de Enrique Vila-Matas, España, 2006.
25.- Herrumbrosas lanzas, de Juan Benet, España, 1983.
26.- Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero, de Álvaro Mutis, Colombia, 1993.
27.- El invierno en Lisboa, de Antonio Muñoz Molina, España, 1987.
28.- Verdes valles, colinas rojas, de Ramiro Pinilla, España, 2005.
29.- Mal de amores, de Ángeles Mastretta, México, 1996.
30.- Donde las mujeres, de Álvaro Pombo, España, 1996.
31.- El pasado, de Alan Pauls, Argentina, 2003.
32.- El rastro, de Jorge Gómez Jiménez, Venezuela, 1993.
33.- Santo oficio de la memoria, de Mempo Giardinelli, Argentina, 1991.
34.- Los años con Laura Díaz, de Carlos Fuentes, México, 1999.
35.- Plenilunio, de Antonio Muñoz Molina, España, 1997.
36.- Todas las almas, de Javier Marías, España, 1989.
37.- Cartas cruzadas, de Darío Jaramillo, Colombia, 1995.
38.- La casa del padre, de Justo Navarro, España, 1994.
39.- La visita en el tiempo, de Arturo Uslar Pietri, Venezuela, 1990.
40.- La historia de Horacio, de Tomás González, Colombia, 2000.
41.- La grande, de Juan José Saer, Argentina, 2005.
42.- El arte de la fuga, de Sergio Pitol, México, 1996.
43.- La velocidad de la luz, de Javier Cercas, España, 2005.
44.- Olvidado rey Gudú, de Ana María Matute, España, 1997.

45.- La gesta del marrano, de Marco Aguinis, Argentina, 1991.
46.- Un viejo que leía novelas de amor, de Luis Sepúlveda, Chile, 1989.
47.- Plata quemada, de Ricardo Piglia, Argentina, 1997.
48.- El vuelo de la reina, de Tomás Eloy Martínez, Argentina, 2002.
49.- Diablo guardián, de Xavier Velasco, México, 2003.
50.- Igur Neblí, de Miquel de Palol, España, 1994.
51.- La nieve del almirante, de Álvaro Mutis, Colombia, 1986.
52.- Vigilia del almirante, de Augusto Roa Bastos, Paraguay, 1992.
53.- Un campeón desparejo, de Adolfo Bioy Casares, Argentina, 1993.
54.- Los pichiciegos, de Rodolfo Fogwill, Argentina, 1993.
55.- La burla del tiempo, de Mauricio Electorat, Chile, 2004.
56.- Una novela china, de César Aira, Argentina, 1987.

57.- El inútil de la familia, de Jorge Edwards, Chile, 2004.
58.- Lumperica, de Diamela Eltit, Chile, 1983.
59.- La otra mano de Lepanto, de Carmen Boullosa, México, 2005.
60.- En estado de memoria, de Tununa Mercado, Argentina, 1990.
61.- Veinte años y un día, de Jorge Semprún, España, 2003.
62.- Ladrón de lunas, de Isaac Montero, España, 1999.
63.- La cuadratura del círculo, de Álvaro Pombo, España, 1999.
64.- No me esperen en abril, de Alfredo Bryce Echenique, Perú, 1995.
65.- Luna Caliente, de Mempo Giardinelli, Argentina, 1983.

66.- Una sombra ya pronto serás, de Osvaldo Soriano, Argentina, 1990.
67.- El cuarto mundo, de Diamela Eltit, Chile, 1988.
68.- La silla del Águila, de Carlos Fuentes, México, 2003.
69.- Temblor, de Rosa Montero, España, 1990.
70.- Historia del silencio, de Pedro Zarraluki, España, 1995.
71.- Los fantasmas, de César Aira, Argentina, 1990.
72.- Angosta, de Héctor Abad Faciolince, Colombia, 2003.
73.- La muerte como efecto secundario, de Ana María Shua, Argentina, 1997.
74.- La orilla oscura, de José María Merino, España, 1985.
75.- La vida exagerada de Martín Romaña, de Alfredo Bryce Echenique, Perú, 1981.
76.- Sin remedio, de Antonio Caballero, Colombia, 1984.
77.- El tiempo de las mujeres, de Ignacio Martínez de Pisón, España, 2003.
78.- Al morir Don Quijote, de Andrés Trapiello, España, 2005.
79.- Glosa, de Juan José Saer, Argentina, 1986.
80.- Crónica de un iniciado, de Abelardo Castillo, Argentina, 1991.
81.- El traductor, de Salvador Benesdra, Argentina, 2002.
82.- Cumpleaños, de César Aira, Argentina, 2001.
83.- La sexta lámpara, de Pablo de Santis, Argentina, 2005.
84.- El embrujo de Shangai, de Juan Marsé, España, 1993.
85.- El maestro de esgrima, de Arturo Pérez Reverte, España, 1988.
86.- Carreteras secundarias, de Ignacio Martínez de Pisón, España, 1996.
87.- Rosario Tijeras, de Jorge Franco, Colombia, 1999.
88.- La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón, España, 2001.
89.- Camino a la perdición, de Luis Mateo Díez, España, 1995.
90.- A sus plantas rendido un león, de Osvaldo Soriano, Argentina, 1988.
91.- Memorias de mis putas tristes, de Gabriel García Márquez, Colombia, 2005.
92.- Autómata, de Adolfo García Ortega, España, 2006.
93.- Del amor y otros demonios, de Gabriel García Márquez, Colombia, 1994.
94.- Ella cantaba boleros, de Guillermo Cabrera Infante, Cuba, 1996.
95.- La novela luminosa, de Mario Levrero, Uruguay, 2005.
96.- La guerra de Galio, de Héctor Aguilar Camín, Chile, 1994.
97.- Arráncame la vida, de Ángeles Mastreta, México, 1998.
98.- Arturo, la estrella más brillante, de Reinaldo Arenas, Cuba, 1984.
99.- La orilla africana, de Rodrigo Rey Rosa, Guatemala, 1999.
100.-Los vigilantes, de Diamela Eltit, Chile, 1994.


Esta lista contiene las que, de acuerdo con 81 “especialistas”, son las mejores novelas en castellano publicadas desde 1982. Fueron elegidas este año por iniciativa de la revista colombiana Semana, que dirigió una encuesta a escritores, editores, críticos literarios para que votaran las mejores novelas en español editadas desde que existe esta publicación. Al mismo tiempo, la iniciativa se unía a los festejos por el cuadragésimo aniversario de la aparición de Cien años de soledad y la celebración en Medellín y Cartagena de Indias del XIII Congreso de las academias de la lengua y el IV Congreso internacional de la lengua española.

Estas listas son siempre polémicas: que si alguno de los que está no debería estar, que si alguno de los ausentes debería estar, que si el orden no es el adecuado, que si parece que se impuso el criterio de lo políticamente correcto… Quizás por ello, Semana se cura en salud cuando dice explícitamente que [la lista] no pretende ser la selección definitiva, sino apenas un homenaje que se les rinde a todos los escritores en lengua castellana”. Sea como fuere, el lector medio puede usar la relación para comparar con sus propios gustos e incluso para ponerse al día, salvando los vacíos que impone el desconocimiento de autores y obras de países lejanos. Sólo por esta última razón ya resulta recomendable.

A nivel personal, diremos sólo que nos satisface la falta de ciertos nombres, encumbrados por cierta prensa por razones ajenas a criterios estrictamente centrados en el valor literario (amiguismo, grandes superventas) y receptores de grandes premios de relumbrón (Antonio Gala, Fernando Sanchez Dragó, Juan Antonio de Prada... por no hablar de las tentativas firmadas por César Vidal cuando dispone de unos minutos para escribir otras cosas que no sean libelos o burdas manipulaciones de hechos históricos, con los que sale a razón de unos 27 libros por año).

También destacamos el hecho de que los nombres de los paises que aparecen tras los nombres de los escritores remiten a los lugares de nacimiento de cada escritor, y no siempre a aquellos en donde sus obras fueron publicadas por primera vez. En este caso cabe preguntarse si no debiera ser el país de publicación el lugar indicado. Es el caso de Roberto Bolaño, por ejemplo, cuyas novelas vieron la luz en España. Sea como fuere, demuestra ésto que la verdadera patria del escritor (y de cualquier persona, en realidad) es la lengua en la que se expresa y no el lugar donde nació, ni aquel en el que se vio forzado o eligió para vivir.

¡Salud!

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1 Comments:

Blogger Arioko said...

sabes donde puedo descargar uno de estos libros completo????

febrero 12, 2009 7:51 a. m.  

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