miércoles, enero 18, 2006

Clarence Allen, in memoriam

Terminator 3 - Condenados a muerte 0

Puede que Clarence Allen fuese un asesino. Puede que fuese un hijo de puta de la peor calaña, responsable de encargar la muerte de varias personas. Todo eso no importa ya, porque fue ejecutado ayer en California sin que las peticiones de clemencia conmoviesen al gobernador Schwarzenegger. A Terminator no le importó que Allen estuviese ciego, sordo y paralítico, ni tampoco que ayer mismo cumpliese 75 años. Terminator tenía que demostrar que no hay mayor hijo de puta que él. No quiere competencia. Y ya lleva tres ejecuciones desde que ocupa el cargo.

¡Salud!

Etiquetas: ,